Hace un par de veranos, después de haber colaborado en proyectos de cooperación en diferentes países del mundo, cumplí mi sueño de hacerlo en África. Pasé poco más de un mes en el poblado de Ontupaia, en el norte de Mozambique.

Mozambique es uno de los países más pobres del mundo. Las inundaciones, el VIH, la malaria y el hambre lo convierten en un lugar en el que sobrevivir no es fácil. Sin embargo, a mí Mozambique me dio la vida. Allí recibí grandes lecciones y me regalaron generosidad y autenticidad a raudales.

A la vuelta, junto con las amigas con las que compartí la experiencia, iniciamos Proyecto Ontupaia. A través de esta iniciativa queríamos recaudar fondos para construir nueve escuelitas infantiles. Era un sueño. Parecía una utopía, pero a veces los sueños se cumplen.

Este pasado verano volví a Ontupaia para inaugurar esas nueve escuelitas. Gran parte de la ayuda para llevar a cabo el proyecto salió de nuestro colegio. Gracias a los alumnos voluntarios que colaboraron las navidades pasadas envolviendo regalos en Toys Rus, de ahí salió buena parte de la financiación del proyecto. Gracias a todos los alumnos y profesores que compraron las pulseras del Proyecto Ontupaia y gracias, de corazón a los profesores que hicieron donativos económicos y de material escolar. Desde Mozambique os dan las gracias. Como dicen por aquellas tierras en lengua macua: KUXUKURU! (GRACIAS)

                                         Mireia García, Profesora de Religión ESO y Bachillerato